La gastritis es una enfermedad estomacal que puede afectar tanto a niños como adultos. Aunque existe una gran población de personas ancianas que tienen esta afección, son cada vez más frecuente ver en las salas de espera de los hospitales a adultos que tienen dolor abdominal, falta de apetito o náuseas o incluso malestar general. Estos son alguno de los síntomas que pueden diagnosticar una gastritis, aunque existen otros más y según los síntomas se podrán averiguar las causas por las que se ha enfermado y de esta manera, buscar un tratamiento farmacológico para la gastritis.
Como este tratamiento para la gastritis, hay otros que podemos seguir, desde aquellos que se centran en cambiar la alimentación del paciente, algo muy importante ya que si después de sanar sigue llevando la misma alimentación es muy probable que más adelante vuelva a tener el mismo problema, hasta aquellos que se centran en cambiar el estilo de vida por otro más saludable, como es la reducción del consumo de alcohol y tabaco, hacer más ejercicio o evitar una vida estresada. También será decisivo el control en el consumo de antiinflamatorios ya que se comprobado que dañan las paredes del estómago al ser fármacos muy potentes.
En este artículo vamos a hablar sobre el tratamiento con medicamentos para la gastritis, no solo a la hora de reducir la acidez de estómago, sino también para aquellas personas que han sido infectadas por el Helicobacter Pylori.
Tabla de contenidos
Antiácidos
Una de las causas que existen para que se origine la gastritis es la acidez. El estómago segrega unos jugos gástricos para disolver los alimentos que hemos ingerido con el fin de que cuando lleguen al intestino delgado puedan ser absorbidos los nutrientes con mayor facilidad. Estos jugos aumentan la acidez del estómago, los cuales son muy corrosivos y pueden dañar las paredes del estómago a no ser porque estas cuentan con un recubrimiento mucoso que los protege.
Cuando comemos en exceso o bebemos alcohol estamos obligando al estómago a aumentar la producción de estos ácidos, por lo que hay más riesgo de daño en el estómago.
Para esto, se han creado fármacos, llamados antiácidos. Existen muchas marcas que los comercializan pero todas tienen prácticamente los mismos compuestos que consiguen neutralizar y regular el ácido que produce el estómago. Estos compuestos son el calcio, el bicarbonato, y el magnesio. El único problema que se ha podido encontrar en estos medicamentos es que pueden ocasionar estreñimiento en el paciente.
Bloqueadores de histamina 2
A diferencia de los antiácidos, los bloqueadores de histamina 2 (H2) ayudan al cuerpo a reducir el ácido que se segrega en el estómago. Esto ayudará a mejorar el reflujo de ácido, esa sensación de quemazón que se siente en la boca del estómago, el tratamiento médico para úlceras gástricas producidas por la gastritis.
Este tipo de medicamentos se toman a primera hora del día, antes de que vaya a ingerir cualquier alimento, aunque también es posible tomársela antes de acostarse para que el dolor o la acidez de estómago no le quiten el sueño.
Puede tomárselas sin receta médica, pero es aconsejable que hable con su médico para seguir un tratamiento farmacológico para la gastritis que sufre.
Inhibidores de la bomba de protones
Muy parecidos a los bloqueadores de histamina 2, los inhibidores van a reducir notablemente la producción de ácido gástrico mejorando de esta manera la digestión y la cicatrización de las úlceras producidas por la gastritis.
Su efecto tarda al menos 30 minutos en empezar a notarse, por lo que se recomienda que al tomarlo, se espere este tiempo antes de ingerir cualquier comida o bebida.
Al igual que los anteriores fármacos, se pueden conseguir en cualquier farmacia. Muchas personas las conocen como protectores de estómago.
Antibióticos
La bacteria Helicobacter Pylori es una de las mayores causantes de la gastritis a día de hoy. La infección por medio de dicho germen puede ser debida a una mala cocción de un alimento, a que estuviera caducado, o a beber agua contaminada. Esto puede ocurrir al ir al campo y beber directamente agua de un río sin haberla tratado anteriormente. También se ha estudiado que se puede contagiar por contacto, es decir, por medio de un beso de una persona afectada.
Esta bacteria lo que hace es disminuir la producción de mucosa gástrica, por lo que los ácidos penetran fácilmente por ella y daña las paredes estomacales. Si esta bacteria no se trata pueden darse casos de úlceras gástricas o cáncer.
El tratamiento médico que se suele seguir para este tipo de gérmenes es la utilización de un inhibidor de la bomba de protones y además antibióticos. Por norma general los antibióticos que se suelen utilizar son la claritromicina y la amoxicilina. Esto matará al Helicobacter Pylori liberando al organismo de todo riesgo.
Este tratamiento farmacológico para la gastritis suele durar de entre 7 a 10 días, aunque recientes estudios están constatando que poco a poco esta bacteria se hace más fuerte, durando en ciertos pacientes más de dos semanas. Cuando pasa este periodo, el médico debe realizar una prueba por medio de las heces del paciente para comprobar que se ha eliminado la totalidad del Helicobacter Pylori y puede seguir con su vida diaria. Es fundamental que esta bacteria desaparezca ya que puede ser el origen no solo de úlceras sino también de otras clases de enfermedades gástricas, más difíciles de tratar.
¿Quieres olvidarte de la gastritis para siempre?
No soy médico, tampoco nutricionista ni gastroenteróloga (especialista en problemas con el aparato digestivo), pero he superado la gastritis por mi cuenta tras haber consultado a varios de estos especialistas sin grandes resultados.
Estuve sufriendo la gastritis durante mucho tiempo, e incluso me tuvo paralizada en la cama algunos días muy malos, hasta que encontré la forma de combatirla sin pastillas y sin tener que estar midiendo todo lo que como cada día.
Si quieres saber cómo lo conseguí y qué puedes hacer para dejar de tener que sufrir por tu estómago día tras día, te recomiendo que le eches un vistazo a mi historia personal.
QUIERO LEER TU HISTORIA Y SABER CÓMO LIBRARME DE LA GASTRITIS