Dentro de las clasificaciones que los expertos hacen para organizar los diferentes tipos nos encontramos con un apartado que se denomina gastritis no específicas y es aquí donde nos vamos a encontrar la gastritis linfocítica, la cuál te vamos a contar todo lo que se conoce sobre ella y cómo puede llegar a tratarse.
Esta gastritis ha recibido su nombre debido a los linfocitos, estas células aparecen cuando existe una inflamación en un tejido, y en este caso, se encuentran cuando al realizar una endoscopia para determinar el alcance de un supuesto caso se comprueba que estas células están muy presentes en el enfermo.
Estas células se agrupan en los pliegues gástricos haciendo que la mucosidad que protege el estómago quede irregular, habiendo lugares en los que es más fácil la intrusión de bacterias o ácidos que no harán otra cosa que ayudar a que se inflame más este tejido, llegando incluso a que se crean nódulos o pequeñas erosiones que pueden dar lugar a úlceras.
Causas de la gastritis linfocítica
No existe una causa específica por la que se origina esta inflamación en los pliegues gástricos, pero si se ha comprobado en algunos pacientes que existen similitudes como por ejemplo, en un gran porcentaje, los que enfermaban de gastritis linfocítica eran intolerantes al gluten, habiendo consumido sin saberlo cantidades de este compuesto que poco a poco ha ido irritando el tejido del estómago hasta llegar a producir una gastritis.
Por otro lado uno de las principales causas por las que se dan las gastritis en general es por el ataque de la bacteria Helicobacter Pylori. Esta bacteria es capaz de vivir en el estómago pese a su alta acidez, y se contagia a causa de alimentos en mal estado, pescados o carnes que son consumidos crudos o por aguas contaminadas o no potables.
También se ha comprobado, que alguna de las causas de gastritis linfocítica radica en que los pacientes han consumido grandes cantidades de antiinflamatorios o analgésicos. No queremos decir que hayan consumido todo de golpe, sino que han tomado a la ligera y sin receta médica estos alimentos para paliar dolores de cabeza y otras dolencias sin utilizar protectores estomacales.
Síntomas de la gastritis linfocítica
A pesar de que se trata de una enfermedad poco común, tiene los mismos síntomas que otro tipo de gastritis. Estos síntomas van a estar muy relacionados entre ellos ya que uno va a desembocar en otro dado el grado de la enfermedad.
Primeramente el paciente va a sentir dolores constantes en la zona alta del abdomen que van a aparecer justo después de cada comida. Se presentarán también síntomas de náuseas y vómitos. Los vómitos generalmente ocurren cuando se ha conseguido comer algo, ya que es muy común que el enfermo pierda completamente el apetito. Esto puede agravarse cuando el paciente expulsa completamente todo lo que come, y en estos vómitos hay sangre.
Debido a la desnutrición, ya que le será imposible comer por vía oral, se va a ir encontrando mucho más cansado y sin fuerzas, necesitando en todo momento estar sentado. Los dolores de cabeza y fiebres también serán muy comunes.
Las deposiciones también van a ayudarnos a comprobar si el afectado tiene esta enfermedad, ya que suene ser muy características. Las heces suelen tener un color oscuro, llegando incluso al negro y en ocasiones pueden darse diarreas en las que se observa sangre.
Tratamiento de la gastritis linfocítica
El tratamiento de la gastritis linfocítica debe ser recetada siempre por el especialista, que en este caso es el gastroenterólogo. Antes de proponer un tratamiento para la gastritis debe de pasar por unos análisis que le llevarán a diagnosticar su caso y los requerimientos para conseguir una cura efectiva. Por eso se desaconseja que se realice un autotratamiento, puesto que no solo puede no dar resultado, sino que además puede conseguir que la enfermedad avance, algo que si ocurre puede llegar a necesitar cirugía, debiendo eliminar la parte afectada del estómago, como en casos más graves la necesidad de encontrar un trasplante para poder quitar al completo el estómago porque se encuentra muy afectado.
Los análisis por los que va a pasar van a estar centrados en las endoscopias y en los análisis de sangre. En las endoscopia se va a comprobar la extensión de la enfermedad, cuáles son las partes afectadas y si es debido a una infección bacteriana por parte de la Helicobacter pylori o no.
En los análisis de sangre el médico va a comprobar sus niveles de proteínas, minerales como el magnesio y el hierro, al igual que los niveles de vitamina B12. Esto se realiza porque los pacientes suelen tener déficit de estos componentes esenciales, y se deberá buscar un tratamiento para conseguir reponerlos. Los tratamientos para hacer que el enfermo vuelva a tener los niveles correctos de vitamina pasan desde inyecciones cada semana como suplementos vitamínicos para buscar que se consiga llegar a los niveles óptimos.
En el caso de los tratamientos por la infección del H. Pylori, el afectado deberá de tomar antibióticos que buscarán erradicar la cepa bacteriana. Este tratamiento dura aproximadamente unos 10 días, el cual pasado dichos días deberá de volver a realizarse una endoscopia para comprobar que los parásitos se han eliminado.
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No soy médico, tampoco nutricionista ni gastroenteróloga (especialista en problemas con el aparato digestivo), pero he superado la gastritis por mi cuenta tras haber consultado a varios de estos especialistas sin grandes resultados.
Estuve sufriendo la gastritis durante mucho tiempo, e incluso me tuvo paralizada en la cama algunos días muy malos, hasta que encontré la forma de combatirla sin pastillas y sin tener que estar midiendo todo lo que como cada día.
Si quieres saber cómo lo conseguí y qué puedes hacer para dejar de tener que sufrir por tu estómago día tras día, te recomiendo que le eches un vistazo a mi historia personal.
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